¿Por qué la renovación es ahora?
Ha llegado el momento de pasar de las palabras a los
hechos. El cambio no puede esperar. Nos hubiera gustado hacerlo de otra forma,
consensuado, entre todas y todos, pero las resistencias y el miedo al cambio no
son futuro. Es necesaria una nueva dirección si queremos un nuevo tiempo
sindical. Así empieza una nueva etapa, ilusionante y alentadora, para que esta
organización siga haciendo historia. El futuro nos pertenece.
Porque entendemos que debemos volcarnos en la acción sindical y
sociopolítica, de forma planificada y coordinada con todas nuestras realidades
y organizaciones Es el momento de ideas, no de máximas inamovibles.
Porque debemos
desplazar los personalismos y liderazgos por proyectos y equipos de trabajo, el
aparataje burocrático por mecanismos dinámicos. Es el momento de cambiar la
opacidad por la transparencia.
Porque debemos reforzar los pilares de una organización equilibrada
económicamente. No tenemos infinitos recursos, y no nos podemos permitir el
lujo de desperdiciarlos. Es el momento de ser responsables en la gestión de lo
que es de todos y todas.
¿Para qué esta candidatura?
A lo largo de los últimos años el sindicato se ha enfrentado a un proceso
intencionado de descrédito del movimiento sindical, que no hemos sabido
combatir. Pero también hemos cometido errores. Nuestra falta de reacción nos ha
alejado en ocasiones de las trabajadoras y trabajadores. Seamos autocríticos
para poder avanzar. La mirada crítica, también hacia nuestros actos, ha de ser
un valor en la cotidianidad de nuestra organización.
Porque entendemos que en demasiadas ocasiones hemos estado, más pendientes de
lo que ocurría en el interno de nuestra organización que lo que pasaba ahí
afuera. Es necesario volcarnos hacia fuera, profundizar y mejorar nuestra
capacidad de intervención en la empresa y en territorio, desde la humildad, con
mayor cercanía y generosidad.
Naturalmente, tenemos, todas y todos, objetivos compartidos. Esto nos une. La lucha contra la injustica social, las desigualdades, la
exclusión o el modelo social del patriarcado que conlleva el terrorismo
machista, la mejora de las condiciones de trabajo, y el acceso a una vida
digna. Son lugares comunes. Pero el cómo hacerlo no lo es.
Lo que se está pretendiendo es seguir en las mismas dinámicas y ahí las
diferencias son importantes. Por ello esta candidatura. No podemos seguir como
hasta ahora, gestionando desde el conflicto interno, desde las diferencias
entre organizaciones, desde los personalismos…todo ello nos priva de un debate
fructífero y por contra aumenta la opacidad, la desconfianza y nos aleja de lo
importante.
Nos aleja de nuestras afiliadas y afiliados, de nuestras delegadas y delegados
Ellas y ellos son lo importante, son el sindicato, y deben sentir de forma
continua el calor de una organización de clase como la nuestra. Ellas y ellos
deben opinar, y también decidir, y no sólo en un congreso cada cuatro años,
sino ante las grandes decisiones. La democracia se construye día a día porque
siempre está en peligro. Y debemos alimentarla con el debate, educándola en la
diversidad y fortaleciéndola con mecanismos de participación.
Compañeras y compañeros, esta candidatura apuesta fuerte por todos estos
ideales, urge un cambio, un viraje, una nueva forma de acercarnos a esta
realidad injusta, para transformarla. Necesitamos una organización que,
orgullosa de su pasado y presente, mire sin complejos hacia un futuro más justo
y democrático. Las Comisiones Obreras se lo merecen. Vamos a hacerlo.
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