viernes, 29 de enero de 2016

Economía de diseño: Bajos salarios, paro y empleo precario

Ayer eran los datos del paro, hoy son los del PIB y mañana serán los que publique cualquier centro de estudios de cualquier entidad bancaria, la troika financiera de la Unión Europea o los guardianes del neoliberalismo saqueador de las FAES. Montañas de números que se retuercen sin demasiado rigor y sin ningún pudor para lanzar el mensaje de la recuperación económica con el objetivo de convencernos de que está pasando justo lo contrario de lo que estamos viendo y sufriendo.

Las políticas económicas de los últimos años, y la ausencia de políticas sociales han posibilitado esta “recuperación” que hace que las grandes fortunas acumuladas en pocas manos crezcan de manera insultante, mientras se produce un empobrecimiento del resto de los mortales ampliando lo que se conoce como brecha social.
 
Vereshchagin
Ya se crea empleo y esa tendencia se afianza, vociferan algunos trovadores del poder al tiempo que nos acusan de aguafiestas a los que ponemos el foco en la calidad del empleo que se genera. Les resulta imposible comprender que nos preocupemos por aspectos tan “superficiales” como que por el trabajo que cobrábamos algo más de 1.000 euros hace unos pocos años, estemos cobrando ahora menos de 800. “El dinero no es lo más importante” parecen querer decir los amantes del dinero.

La calidad del empleo es para nosotros los sindicalistas de CCOO fundamental, de hecho, es la calidad del empleo lo que sostiene todo lo demás, sostiene a la familia que le permite atender con salarios dignos sus necesidades básicas (alimentos, vivienda, etc,), sostiene a la economía ya que la estabilidad en el empleo y los salarios decentes permiten a las personas consumir y no sólo sobrevivir, sostiene el sistema público de pensiones ya que estas se calculan en base a las cotizaciones que dependen de los salarios que percibimos mientras estamos en activo, sostiene el definitiva la sociedad y permite definir el modelo de sociedad sobre criterios de mayor justicia y reparto.


Es por todo ello por lo que desde CCOO seguimos insistiendo en la necesidad de aumentar el SMI (para huir de salarios de miseria y provocar los efectos positivos que tienen para el conjunto de la economía salarios más elevados), en derogar la reforma laboral que condenó a nuestro mercado laboral a competir sobre la base de la devaluación salarial y el debilitamiento de la negociación colectiva, en implantar unos ingresos mínimos garantizados, especialmente en un momento en el que todavía hay más de cuatro millones de desempleados, la mitad de los cuales no tiene ningún tipo de prestación, insistimos también en la necesidad para la clase trabajadora de la configuración de un gobierno de izquierdas, que propicie un giro de 180º en las políticas que han arruinado al país y sus gentes en lo económico y que han supuesto un paso atrás de 40 años en lo social, con leyes tan reaccionarias como la ley mordaza, entre otras, o criminalizando el ejercicio de huelga con la aplicación del 315.3 del Código Penal a los sindicalistas, que se enfrentan hoy a penas de prisión y multas administrativas por defender los derechos laborales y sociales de toda la ciudadanía. No dejemos escapar la oportunidad, frente a los tacticismos partidistas se sitúan las necesidades inmediatas de una sociedad castigada y empobrecida. 

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