viernes, 16 de marzo de 2018

Pensiones dignas


El art. 50 de Constitución Española es claro, Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.” El recurso constante por parte del gobierno, la patronal y los poderes económicos de este país a poner en duda “la sostenibilidad del sistema” o la posibilidad de pagar pensiones que garanticen unas mínimas condiciones de vida, es por tanto un ataque frontal a la propia Constitución por los que se autodenominan constitucionalistas, al tiempo que una campaña para sembrar la desconfianza y el miedo.



Las pensiones, por tanto, no solo se pueden pagar, sino que existe el mandato constitucional (el de más alto rango de este país), de que se paguen. Problema técnico para hacerlo, no existe, hay propuestas encima de la mesa que se vienen planteando desde hace años tanto por CCOO como por Unidos Podemos, entre otros. Lo que existe sin duda es voluntad política por parte de algunos sectores de nuestra sociedad por finiquitar un sistema de protección público y de amplia cobertura, para sustituirlo por otro privado que permita a la banca y las aseguradoras abrir una lucrativa vía de negocio, donde lo importante deja de ser la calidad de vida de las personas durante la tercera edad.

Mañana, día 17 de marzo (el 22 en el caso de Valencia), se presenta una gran oportunidad. Desde diferentes plataformas, partidos políticos y sindicatos se llama a una gran movilización social para reivindicar unas pensiones dignas, para exigir que la “recuperación económica” tan repetida por el gobierno, llegue también a los y las pensionistas. No es la primera, tanto plataformas como sindicatos llevan meses saliendo a la calle con marchas y movilizaciones. Ahora es el momento de confluir, de sumar, de demostrarle al gobierno que delante tiene un bloque amplio y sólido que no va a consentir que la mejora de las condiciones macroeconómicas se traduzca en mayor riqueza para los que más tienen y miseria para el resto.

Las manifestaciones de mañana van a ser unitarias en la práctica totalidad de las ciudades de España, pero resulta preocupante que no lo sean en algunas, especialmente en Madrid, que nos guste más o menos, al ser la capital, juega de alguna manera el papel de escaparate de la movilización (tal y como apuntaba Agustín Moreno en un artículo cuyo lectura recomiendo y que publicaba ayer en cuartopoder). Lo que nos hace fuertes es ir unidos, esto no es nuevo, pero a pesar de ser una obviedad, seguimos encontrando infinidad de obstáculos a esa unidad, obstáculos que únicamente benefician al gobierno y a quienes, como ellos, pretenden avanzar en el desmantelamiento del sistema público de pensiones. Se debería intentar hasta el último minuto conseguir esa unidad, para mañana y para las siguientes convocatorias… no cansemos a la gente con discusiones que no son el eje central de la reivindicación.
 
Otro elemento debe quedar claro, reclamar unas pensiones dignas no es tarea exclusiva de los pensionistas, no debería plantearse por tanto como una movilización de pensionistas, sino del conjunto de la clase obrera, pensionista es mi padre y mi madre que cobran unas pensiones de miseria tras bastante más de 40 años cotizados, pensionista lo seré yo y lo serás tú, en un futuro cada día menos lejano… El sistema público de pensiones que todos defendemos es un sistema de solidaridad intergeneracional y la lucha por su defensa debe ser una lucha intergeneracional también. Las pensiones de hoy dependen de los salarios de hoy, las pensiones de mañana dependerán, en gran medida, de los salarios de mañana. Debemos vincular luchas, debemos sumar colectivos, somos más, si nos organizamos, somos más fuertes.

Es el momento de revertir las reformas que durante la crisis nos han colocado, a la clase trabajadora, en una situación de mayor vulnerabilidad, nos han recortado derechos, nos han devaluado condiciones de vida. Hay que exigir pensiones dignas, y hay que exigir salarios dignos, estabilidad en el empleo y empleos de calidad. Se trata por tanto de articular una movilización unitaria, cada día más grande, más plural, en la que todos y todas, cada uno desde el espacio en el que más cómodo se encuentre, sin renunciar a nada, pueda aportar su grano de arena para darle la vuelta a una situación que nos está machacando a todos.

Ahora tenemos las condiciones para hacerlo… hagámoslo.

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