La reducción del
número de desempleados inscritos en los servicios públicos de empleo y el
incremento de afiliados a la Seguridad
Social , son hechos incuestionables, que, en principio, podrían
invitar a una valoración positiva. Ahora bien, aplaudir estos números sin más, como
parece ser la intención del Gobierno y sus corifeos, resulta un ejercicio tramposo
a la vez que peligroso.
Lo que se esconde
detrás de estos datos son tres elementos que nos deben hacer dudar del modelo de
crecimiento por el que el Ejecutivo sigue apostando, y que supone salir de la
crisis por la misma puerta por la que entramos. Esos tres elementos son la
estacionalidad, la temporalidad y la parcialidad.
Los datos positivos
en cuanto a reducción del número de desempleados hay que relacionarlos con el
repunte de actividad que se produce durante los meses de verano en el sector de
servicios vinculado a la hostelería y restauración. Este tipo de empleo que
tiene un carácter profundamente estacional no puede ser considerado como
creación de empleo estable, ya que una vez acabe la campaña estival, finalizarán
estas contrataciones.
Otro elemento que
necesariamente hay que observar es la temporalidad en la contratación. Se sigue
usando y abusando del contrato de duración determinada, independientemente de
que la necesidad de mano de obra sea de carácter estructural y por tanto
indefinida. Se ha convertido en costumbre que un trabajador deba pasar
previamente por un calvario de contratos temporales para alcanzar uno
indefinido, como si la ley obligase a eso. Mientras más del 90% de los
contratos que se firman continúen siendo de carácter temporal, hablar de recuperación
y de crecimiento seguirá siendo un engaño que solo servirá para seguir
construyendo una economía con pies de barro.
Portada del informe publicado por la Fundación Primero de Mayo de CCOO |
La mayor
flexibilidad concedida a la contratación parcial y los escasos mecanismos de
control, producto de las últimas reformas laborales, son una invitación clara a
este tipo de contratos, con independencia de las jornadas reales que se
realicen. ¿Quién no conoce a alguien contratado a media jornada y que no
trabaja menos de 8 ó 9 horas al día? Contratos que ofrecen escasas garantías al
trabajador (mínima cotización para la futura cobertura por desempleo o la
jubilación) y que suponen un agujero negro para la cotizaciones sociales,
precisamente cuando se discute, de manera interesada, la viabilidad del sistema
contributivo de protección social, incluidas las pensiones.
Así pues, estos
tres elementos, estacionalidad, temporalidad y parcialidad, son los que
deberían centrar el debate del modelo de relaciones laborales que estamos
construyendo, marcadamente débil y arbitrario. Y mientras lo hacemos, no
olvidarnos de que existen más de cinco millones de personas en desempleo, según
datos de la Encuesta
de Población Activa. Pasar por alto que solo el 55% cobra algún tipo de
prestación, mientras que el resto no percibe ningún tipo de ingreso, supone no
ser consciente de la situación de extrema gravedad que sigue sufriendo una
buena parte de nuestra población. Solo el 36% de las prestaciones son
contributivas, el resto son asistenciales.
Demasiadas personas
sin trabajo, demasiadas personas sin ingresos. Al mismo tiempo, la convicción
de que encontrar un trabajo hoy no es garantía de conseguir un nivel de
ingresos que permitan una vida digna. Es necesario impulsar una prestación de
ingresos mínimos que permita alejar de la situación de pobreza en la que se
encuentran, o se podrían encontrar, cientos de miles de trabajadores.
O somos capaces de
cambiar toda esta lógica o estaremos construyendo un mercado de trabajo
precario, subsidiario de otros de la UE. Y un
mercado de trabajo precarizado es incapaz de mantener una sociedad avanzada,
con derechos, libertades y unos niveles de bienestar y protección social
propios del primer mundo. Y esto solo se puede conseguir a través de una
decidida apuesta por cambiar el modelo productivo y por revertir las últimas
reformas laborales.
* Artículo publicado en www.valenciaplaza.com el 08/08/2015 - http://www.valenciaplaza.com/ver/162563/-lo-que-esconden-los-numeros-del-paro.html
* Artículo publicado en www.valenciaplaza.com el 08/08/2015 - http://www.valenciaplaza.com/ver/162563/-lo-que-esconden-los-numeros-del-paro.html
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